lunes, 25 de abril de 2011

Ha llegadoo el día que tenía que llegar;
ahora tengo pena, pena de verdad.
No sé qué hacer con lo que me queda de vida
no sé si emparejarme o vivir en la soledad.

Si me emparejo tengo un lio enorme
porque quiero enamorarme de un buen hombre
que, además sea de mi total gusto y que
mi alma vibre cuando pronuncie su nombre.

Si acepto mi soledad como eterna compañera
tendré aquella libertad de la que gozo,
sin nadie que controle mis paso
ni nadie que me absorbe del todo.

Si me emparejo tendría tardes en compañia
regalos en cada cumpleaños...
cenas románticas a la luz de las velas
y seguro muchos besos de mi amado.

Si acepto a mi soledad como eterna compañera
disfrutaría, quizas, de viajes con las amigas
de cuantos hombres yo quisiera
pero de una vida completamente vacía.

Y si me emparejo ¿podría gozar
de una vida completamente feliz?
- ¡Quien sabe hija mía!
eso lo tienes que vivir.

Soy la dudas con patas 
la ambigüedad en persona.
Disfruto de tu compañía pero también
me siento a gusto sola cada día.

domingo, 13 de marzo de 2011

Me arrepiento




Quiero comentarte que me arrepiento
De tomar aquella absurda decisión.
Decidí dejarte en manos de nadie
Y así poner fin a nuestra relación.

Me arrepiento por privarme de felicidad
Creyendo que todo sería mejor
No alcanzo a describir mi tristeza
Y es que ni siquiera siento ya pasión.

Me arrepiento de no estar contigo
Me arrepiento por no hacerle caso a mi corazón
Me arrepiento, ¡me arrepiento a gritos!
Me arrepiento por no obedecer a mi intuición.

Intentando expresarme

Intento expresarme
con estúpidas palabras
te miro, te hablo y mi 
torpe lengua se traba.

Quiero que conozcas lo que
a tu fotografía le cuento
pero al tenerte al lado mio
simplemente ¡no puedo!

Con tu intensa mirada
logras que me cohíba 
mientras mi acelerado corazón
grita ¡te quiero vida mia!

Pero tú, cielo, solo esperas
a que te deje mi corazón en bandeja
me miras, no dices nada 
y me lanzas un beso para que me entretenga.

Dios castiga y no a palos

Tanto tiempo te estuve esperando
años tras años sin parar
buscaba a un hombre mayor
que me supiera conquistar.

Quería que no fuera muy alto
de cabellos y ojos castaños
como Fernando González
el tenista que me ha enamorado.

Lo primero que pedía era
que mi hombre fuera trabajador
también atento y cariñoso
y ojalá no fuese fumador.

¡Ay chiquita mía! de mucho regodearte
te quedarás con lo peor
decía una muy buena amiga mia
que tenía toda la razón.

Meses después encontré a un hombre
cinco años menor que yo
brazos fuertes, rubico, ojos claro
que me ha llevado a la perdición.

Es formal, atento y muy caballero
pero le encantan los vicios y el juego
¿Qué relación guarda
con el hombre de mis sueños?

¿Querías a un hombre trabajador
y además que te diera toda su atencion?
¡Ay chiquita mía! Dios castiga y no a palos
pero así es el amor.