Aquella helada noche en el "Pancho"
nuestros cuerpos se volvieron a fundir
siguiendo al compás un ritmo
que a mi corazón hizo, de prisa, latir.
Quedando abatida a tu cuerpo me abracé
y enredada a tu pecho me dormí
y entrando en aquel dulce sueño
me dije: ¡soy la mujer más felíz!.
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